Errores divertidos

Para los que alguna vez intentamos escribir, el rechazo editorial es como para un telemarketer cuando le cortan el teléfono. Ocurre todo el tiempo. No importa que tan buena consideres que sea tu novela o tu cuento, ni cuántos años y esfuerzo hayas invertido en ellos: a nadie le interesa. Conseguir que un editor se siente a leer el “material” ya es todo un logro. No es que las personas en esas áreas sean malas o desconsideradas, pero responden a un mercado en el que no hay mucha plata y sobran aspirantes. Salvo que seas famoso, un escritor ya instalado; que hayas ganado un concurso, o que pertenezcas al ámbito editorial, la cosa está más bien complicada. Hace unos años, en medio de ese trance, recibí por enésima vez un “ no nos interesa ” de una editorial bastante modesta. Consumido por el fuego de la ira, me puse a leer una novela de la misma casa editora y transcribí lo que, para mí, eran una serie de errores. Al menos en cuanto al estilo, pensé, aquello era tan poco digno ...