Spiderman y el horizonte de expectativas


Leyendo “La última cacería de Kraven”, una historieta de Spiderman, se me ocurrió una entrada para el blog. La idea era escribir sobre algunas incongruencias en el relato, pero estaba buscando una expresión más específica y enseguida pensé en “horizonte de expectativas”.

La noción de “horizonte de expectativas”, según me informa Google, fue acuñada por el filólogo alemán Hans Robert Jauss y hace referencia, más o menos, a lo siguiente. En cualquier obra, el espectador espera encontrar cierta cantidad de elementos, de acuerdo a su bagaje cultural, al contexto histórico en el que vive, y a cómo esa obra se inserta en una tradición y se relaciona con otras obras pasadas y presentes. 

Por ejemplo, para un lector del Siglo XIX, podía resultar sorprendente que el asesino en una novela fuese el mayordomo, pero para nosotros hoy en día sería poco menos que un chiste, o estaría usado con fines paródicos.  

Eso estaba muy bien, pero yo quería algo que limitase su alcance a lo “interno” de la narración, es decir a la obra en sí, y no a cuestiones externas, como pueden ser el contexto histórico y cultural. 

Hay una término que me parece adecuado. Creo que lo leí en algún lugar pero ahora olvidé a donde. Es algo así como “Condiciones de posibilidad de la historia” y vendría a ser “aquello que determina lo que sucede en un relato, de acuerdo a cómo este ha sido planteado desde el inicio”. Haciendo una analogía: para que haya vida en la tierra, tienen que darse ciertas condiciones iniciales, como la existencia oxígeno, agua, cierta temperatura, etc. De la misma manera, para que algo ocurra en una historia, ese "algo" tiene que haber sido plantado como posibilidad anteriormente.  

De alguna manera se relaciona con el “horizonte de expectativas”, porque tiene que ver con lo que el espectador espera encontrar en el desarrollo de la historia, pero, a diferencia de ese término, no tiene en cuenta el contexto, sino sólo lo que sucede adentro de la obra. 

En fin, esta  explicación, un tanto enrevesada describe algo que puede ejemplificarse de manera bastante sencilla. 

Si la historia trata sobre un oficinista al que secuestran y hacia el final el tipo escapa de sus captores a los golpes mostrando una destreza en artes marciales digna de Bruce Lee, y si nunca se vio que esto fuese posible, habría un salto en las “condiciones de posibilidad”. La acción del tipo resultaría arbitraria, y sería una especie de quiebre del contrato inicial entre el autor y el espectador. (Siempre que se trate de una película en un registro realista y no absurdo, ni que sea de Quentin Tarantino, en cuyo caso probablemente reciba un premio en Cannes y la adoración del público). 

Abro un paréntesis: creo que gran parte del gusto por Tarantino se debe a que, de alguna manera, juega con este horizonte de expectativas. En su momento, nadie esperaba que en una película de mafiosos los personajes charlasen diez minutos sobre hamburguesas, o que matasen a un personaje porque se les escapaba un tiro, o que discutiesen sobre la conveniencia de dar propinas. Pero más allá de lo que sus películas tienen de lúdico, (y que muchas veces disfruto), no creo que haya hecho un uso muy inspirado con este juego sobre las expectativas. 

Hay una excepción, y es el final de “Erase una vez en Holywood”, que sí me parece muy inusual y muy interesante. En esa película por un lado hay un juego con la noción de "horizonte de expectativas", en el sentido que contradice lo que el espectador sabe que sucedió en la realidad con el clan Mason. Pero hay algo más significativo y, a mi modo de ver, profundo. Me da la sensación de que, ya sea voluntaria o involuntariamente, con ese final, se produce una especie de reflexión, de cuestionamiento sobre el acto mismo de la creación. Sobre la relación entre verdad y ficción en su nivel más básico. Es un análisis que me queda un poco grande, así que se lo dejo a algún especialista. 

Volvamos al hombre araña 

En la historia en cuestión, Kraven, un enemigo histórico de Spiderman, sabe que no le queda mucho tiempo de vida. Antes de morir, decide demostrar su superioridad sobre el super héroe, y al final del primero de los seis números que dura la historia, sucede lo siguiente: 

Kraven le tiende una emboscada a Spidey, que en este caso luce un coqueto vestido de negro, para luego dispararle a quemarropa:

En la siguiente página asistimos a un funeral perpetrado por el maléfico Kraven en el jardín de su mansión. Allí, nuestro héroe es enterrado. 

Los siguientes números de la historia muestran al villano suplantando a Spider man. Kraven se coloca su traje y, a diferencia del susodicho, actúa de manera brutal y despiadada con los malhechores. En el número 4, y como no podría ser de otra manera, el arácnido vuelve a la vida y sale de la tumba, aunque no tenemos idea de cómo esto es posible. 

Por último, en el número 5, nuestro héroe busca al malvado y tiene un intercambio en el que Kraven le revela lo sucedido.

 “Te podría haber matado”, explica, más o menos, Kraven “pero en cambio te drogué, para suplantarte y demostrar mi superioridad”. 

El problema es que no se dio ningún indicio al respecto. En la primera imagen pensamos que lo asesinó "de verdad": ergo, su resurrección nos resulta arbitraria en el momento que ocurre. 

Ahí habría entonces un rompimiento de las “condiciones de posibilidad de la historia”. 

Por supuesto, también entra en juego la noción del “horizonte de expectativas” en tanto el lector sabe (por una cuestión del género de super héroes) que el hombre araña nunca podría morir. De alguna manera o de otra volvería a la vida. El problema es que nunca se dijo cómo esto era posible, en esta historia en particular, porque en la escena parece que verdaderamente Kraven le disparó. 

Yendo a lo general: es bastante frecuente que directores, guionistas, productores, desestimen estas cuestiones. Hace poco, en una charla, un colega me decía “Mirá, yo prefiero que haya una sorpresa en la historia y que el espectador no se la vea venir”. Le respondí que, en mi opinión, las sorpresas estaban bien pero que había que justificarlas, y que, en algún lugar de la historia, había que adelantarlas como posibilidad. 

La rigurosidad en estas cuestiones, creo, son las que diferencian a una obra buena de una no tan buena, o directamente mala.  

Post scriptum: 

Un lector y bloguista me aclara que, en análisis literario, lo que acá llamo “horizonte de expectativas” o “condiciones de posibilidad de una historia”, se conoce como “Coherencia interna” o “Verosímil”. Agradezco el aporte. Es posible que en el artículo se mezclen los conceptos: en el ejemplo que di no hay un “salto en el verosímil” en el sentido de que al final baje un ángel alado del cielo y destruya al enemigo de Spiderman, o que este escape en un plato volador, ni nada que no estuviese contemplado en el mundo que se construyó en la historia. Lo que sucede es que, dentro de lo que sí estaba contemplado, hay una elisión en el manejo de la información. Elipsis que, en mi opinión, genera malestar en el lector. Pero es posible que al inicio haya mezclado un poco los conceptos.  

La mayoría de las entradas del blog son acercamientos intuitivos y se basan en las cosas que me interesan como guionista. A saber, las diferentes maneras de construir una historia y de dar información al espectador con el objetivo de mantener la tensión y el interés en un relato. En ese sentido, es posible que más de un concepto no sea específico en términos académicos, pero es una discusión de la que prefiero mantenerme lejos. Creo que hay un análisis preocupado por establecer categorías, más bien ligado a la filología y también a la semiología, análisis que por supuesto respeto, pero que prefiero evitar, y otro más “de manual”, si se quiere, y centrado en las dificultades fácticas con las que se encuentra un guionista al intentar contar una historia, y con el que me siente más cómodo. 

PS 2 Lo que llamo “coqueto traje negro” de Spiderman es en realidad un traje alienígena que se apodera de la consciencia de Peter Parker y lo vuelve malvado, pero me pareció que la aclaración distraería la atención del artículo. Hablando de “verosímil”: parecería que en el universo de los superhéroes puede suceder cualquier cosa, y de hecho lo hace: Idas y vueltas en el tiempo, universos paralelos, ataques alienígenas, clones que suplantan a los protagonistas. Con lo cual, la suposición de que bajase un plato volador o ángel flamígero del cielo, no se ajustaría exactamente a un rompimiento del “verosímil”, pero lo mencioné como ejemplo para graficar el concepto. En fin, suficiente de aclaraciones y de aclaraciones sobre las aclaraciones.



 


 


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